lunes, 12 de agosto de 2013



Todo está aquí, empelota.
Iu sed ai rout ji sang ui felt y así tranceando la ensoñación viva y haciéndonos eco las telepatías, manifiestas voz gesto masaje umbilical, homme-oh!-patías, pulso y pulsión, suena el segundero en el reloj deglutir sorbo a sorbo el río tiempo, fondo blanco hipernova sin centro ni esquinas, Shrfafr Frfashr con Woofoos Waynewright Jr. jugando gallito el día de solsticio en los jardines sagrados. Y si no, vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan, pondrán cara alienígena y sin máscara que les tape su mirada láser interpretarán su guabina punk peluda sepulcro en el cielo mazorca de miel, cola’egallo molotov avivando aguahelá la pura enamoración, alegre ambulancia, alacachofa y espinaca, ardiente y quitahambre, paloma y ron bañandomel cutisito de toda urdimbre fabricada de pesadumbre y derrumbe: herrumbres. Pues se renuevan las células que hoy le dan forma al Whatchamacallem, enteramente otras y aún así parece sobrevivir un yo justo y necesario, como ver dinosaurios en las nubes y poder recordar algo que se creía ya olvidado. Como ver fuego en tus ojos, como poder quemarme en él. Sin temor a la muerte, salto al precipicio principio participio, canto poseído el ebullerengue que ésta tu magia desflora, soy sólo un reflejo tortaequeso, sólo un canto desafinado de alabao. Y te consagro, existencia que me quisiste hacer cómplice de tus secretos, quitándote los nombres y lamiéndote la piel, pelándote los nombres y quitándote la piel, me enredo de tu trama y me enseñas el alcance de los sentidos que me regalaste… Helo aquí, mi respiro. Mi cuerpo sin tala y el planeta entero que me pide le de ejercicio y ejerza el oficio. Todo, empelota.